Shiloh Pepin, la nena estadounidense que padecía del «síndrome de sirena» falleció a los 10 años de edad. Conocida como «la niña sirena», la chiquita del Estado de Maine (Estados Unidos) había nacido con sus dos piernas juntas a causa de una enfermedad congénita, incurable, y también por ausencia de varios órganos.Por ello es que jamás pudo caminar, pese a que le gustaba bailar y se mostraba optimista.
El escaso riñón de Shiloh le permitió vivir hasta los 10 años. A comienzos de octubre de este año, Shiloh se resfrió y se le desencadenó una pulmonía. El 10 de este mes la internaron en el Centro de Tratamiento de Maine y tras 10 días se le declaró la muerte el 23 de octubre. Quienes padecen el «síndrome de la sirena» carecen de un sistema de circulación sanguínea normal. Las consecuencias se reflejan en el desarrollo incompleto de los riñones y otros órganos, como los fueron la vejiga e intestino grueso en el caso de la niña Shiloh.
«Debido a la falta de la bóveda de la vagina y del recto, la orina no puede salir del cuerpo, lo que causa la muerte de la mayoría de los pacientes», explicó Matthew Hand