Las autoridades nacionales reconocen que es probable que el texto sufra modificaciones en el Senado y regrese a la Cámara de origen. Un grupo de mandatarios provinciales reclama una reunión privada con el Presidente
A pesar de que desde un comienzo el oficialismo se planteó la meta de que las reformas sean aprobadas por el Congreso antes del Pacto de Mayo, previsto para el próximo 25 de este mes, ese objetivo se fue diluyendo cada vez más y ahora ya aparece como difícil de alcanzar.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae distintas fuentes de la Casa Rosada, si bien se continuará con las negociaciones hasta último momento, el Gobierno no contaría con los votos necesarios como para que ambos textos sean sancionados sin modificaciones.
En este contexto, el bloque de La Libertad Avanza en la Cámara alta cambió sus intenciones y actualmente busca el respaldo como para que los proyectos sean aprobados en general, pero reconocen que al momento del tratamiento en particular, varios artículos pueden ser reformulados o directamente eliminados.
De hecho, las reuniones de las comisiones en el recinto, que originalmente iban a finalizar la semana pasada, se extendieron y continuarán a lo largo de la que viene, por lo que se demora la firma del dictamen a partir del cual comenzarán a contarse los siete días corridos que por reglamento deben pasar antes de que se convoque a votación.
“Hay temas en los que todavía no hay un acuerdo, como puede ser el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) o el impuesto a las Ganancias”, explicó uno de los asesores presidenciales.
La primera de esas iniciativas se encuentra dentro de la Ley Bases mientras que la segunda, en el paquete fiscal, por lo que si finalmente son modificadas, ambos proyectos deberán volver a Diputados, lo que atenta con los tiempos del oficialismo de cara al Pacto de Mayo.
No obstante, las autoridades nacionales insisten en que la realización de ese acto no está en duda y que, en todo caso, lo que está condicionada es la convocatoria: “Se invitará solamente a aquellos gobernadores que hayan apoyado la ley en la votación en general”, advirtieron en Balcarce 50.
En los últimos días, un grupo de gobernadores -”que se creen especiales y distintos a los otros”, según criticaron algunos funcionarios- solicitaron una reunión privada con el Presidente para terminar de negociar personalmente las cuestiones en conflicto, pero aún no hay una respuesta oficial a ese reclamo.