Julio Ormaechea es taquígrafo de la Cámara de Diputados provincial, con 32 años de profesión. Trabajó en dos Asambleas Constituyentes: en 1994 y en 2008, cuando se reformaron la Constitución Nacional y la de Entre Ríos, respectivamente. También está a cargo de recorridos guiados por la Casa Gris: habla del edificio pensado para albergar a los tres poderes del Estado juntos, de los detalles de los recintos y de la atracción del reloj, entre otros aspectos.
Escribe: Lic. Claudio Cañete
A los pocos minutos de escucharlo, se destaca su profesionalismo, su conocimiento y pasión por la historia de Entre Ríos. Julio Ormaechea es dueño de una vasta cultura general y calidez humana. Cuida las expresiones porque sabe que la historia contada para otros a veces puede despertar susceptibilidades no deseadas. Para él, la idea es que sin importar las posturas que cada persona tiene con respecto a la política y las corrientes historiográficas, la prioridad sea que se sientan bien recibidos, respetados y escuchados. Esto parece ser la clave que logra que todos sigan atentamente sus descripciones, relatos y anécdotas, y eso fue lo que ocurrió el mes pasado por ejemplo, cuando realizó una serie de visitas guiadas para apreciar el cuadro de Emilio Caraffa, en el salón Blanco de la Casa de Gobierno. Se trata de la obra que inmortalizó el cruce de las tropas del General Justo José de Urquiza en Punta Gorda, rumbo a lo que sería la Batalla de Caseros.
Historia y desafíos de una vocación
“Desde 1991 me desempeño como taquígrafo de la Cámara de Diputados de Entre Ríos. Cuando tenía 15 años, mientras hacía un curso de Dactilografía en la Academia Cuadra, en Nogoyá, yo veía que la señorita Zilca Cuadra enseñaba algo que entonces no conocía, era Taquigrafía. Le dije que quería aprender a escribir con esos signos enigmáticos y me dijo que primero terminara el curso de Dactilografía y luego comenzará con Taquigrafía. Así lo hice y desde el inicio me apasionó, era único alumno. Me dediqué intensamente a aprender esta nueva escritura y terminé el curso escribiendo 100 palabras por minuto, una buena velocidad taquigráfica inicial”, rememoró Ormaechea.
También recordó que “en aquella época, en cuarto y quinto año de las escuelas de Comercio, se enseñaba Estenografía que era otra manera de denominar a la Taquigrafía. Cursé el secundario en una de esas escuelas y cuando tuve esa asignatura ya sabía Taquigrafía. Cuando fui a la Universidad en Santa Fe me dijeron que en la Cámara de Diputados de esa provincia había una escuela de Taquigrafía, me inscribí para especializarme en Taquigrafía Parlamentaria. Luego rendí concursos de oposición para ingresar a los cuerpos de taquígrafos de las cámaras de diputados de Entre Ríos y de Santa Fe. Así, pude ganar mi puesto actual en el cuerpo de taquígrafos donde ejerzo desde hace 32 años. Gané un concurso también para trabajar en Santa Fe donde ejercí algunos años. Tuve la suerte de trabajar como taquígrafo en dos Asambleas Constituyentes, primero en 1994 en la Convención que reformó la Constitución Nacional, y en 2008 en la que reformó la Constitución de Entre Ríos”.
A la hora de definir lo que representa para su profesión, no duda en describirla como un hecho estético: “Hablo de Taquigrafía pero no la he definido aún, es una disciplina destinada a escribir tan velozmente que permita registrar un discurso oral. Algunos la consideran arte, otros una técnica y hay quienes la han catalogado como arte ciencia. Me gusta usar una definición más poética: es el arte de atrapar la palabra hablada en su vuelo fugaz”.
Las visitas guiadas, una pasión extra
Evidentemente Julio es un taquígrafo de alma, y desde hace unos años anexó la tarea de recibir a los visitantes que desean conocer los pormenores de la Casa de Gobierno, edificio que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1989.
Contó que siempre se está actualizando con nuevas bibliografías, para tener más herramientas de análisis y poder responder también preguntas de los visitantes más curiosos, “que es el caso de los niños, los jóvenes, que están absorbiendo datos históricos sobre todo desde las redes sociales y requieren respuestas más rápidas y precisas para mantenerlos interesados”, agregó.
“En la Cámara de Diputados un día me contaron que venían algunos visitantes interesados en conocer el lugar. Me preguntaron puntualmente si podía recibirlos, y tomé el desafío de esta sugerencia. Comencé a recibir visitas en la propia Cámara, empecé a darle un cuerpo a esa visita, mi idea desde siempre ha sido de que no es un simple recorrido a un edificio que puede ser llamativo por la antigüedad y por la belleza monumental, creo que tiene otros condimentos. Hay que aclarar que la Casa de Gobierno fue diseñada para albergar a las autoridades de los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ahora recibimos un promedio de 8.000 visitantes por año”, relató.
Ormaechea además conduce el programa Con Luz y Taquígrafos, lo acompaña Melina Altamirano y se emite por Radio Diputados (la Emisora de la Cámara). Cada entrega después se puede escuchar en forma gratuita en Spotify.
Algunas curiosidades de la Casa de Gris
El testimonio del entrevistado nos lleva a una pregunta. Si los tres poderes del Estado son independientes, ¿por qué funcionaron en el mismo edificio, e incluso el Legislativo lo continúa haciendo?
“Es una pregunta interesante que me la he hecho, no encontré documentos históricos que avalen una posición precisa sobre por qué se decidió incluir oficinas de los tres poderes del Estado en un mismo edificio. Me permito hacer una conjetura sobre una base de la Ciencia Política y Jurídica. Los tres poderes en que se divide el Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que viene de la época de la Revolución Francesa, Montesquieu, y todos estos filósofos de Francia, especialmente los que trataron mucho el tema del Poder y del Estado, sostienen que son divisiones que obedecen a separaciones netas de la función del Estado. Es decir, el Estado es uno solo que tiene distintas funciones; por eso más modernamente no se habla de poderes sino de función ejecutiva, función legislativa y función judicial. En la época en que se diseña este edificio de característica monumental en cuanto a su tamaño, se decidió unificar todas las oficinas en un mismo palacio de gobierno, y en mi opinión creo que obedece más a este sentido de unidad del Estado. El Estado es uno con distintas funciones. Más adelante cuando fueron creciendo esas funciones, fue necesario agregar ministerios, organismos. Digamos que esta separación es en carácter intelectual”, explicó Ormaechea.
Y acotó que “ya no funcionan oficinas del Poder Judicial desde la década del ´60 en que se construyó el edificio de Tribunales frente a la Casa de Gobierno. Actualmente funcionan oficinas del Poder Ejecutivo y legislativas. Comencé a darle un perfil de visita institucional para lograr explicar el funcionamiento de uno de ellos, la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos, y poco a poco empecé a tomar contacto con los salones del Poder Ejecutivo, con los cuadros, comencé a estudiarlos, hay reliquias importantes como por ejemplo una bandera que tenemos exhibida en la sala contigua al Salón Blanco, entre otros objetos. Empecé a estudiar todo ese material detalladamente y en ese marco comenzamos a darle contenido a toda la visita, el recorrido se conformó con el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo. A esto se sumó que en 2008 se decidió hacer el Museo de Casa de Gobierno. Participé de ese proceso de instalación, como único miembro que no pertenecía al Poder Ejecutivo, para ayudar y colaborar en su concreción. Esto significó que luego se incorporara el Museo a ese recorrido”.
De esta forma, el taquígrafo de vocación y profesión repasó el recorrido actual: la visita completa sería el Museo, las dos Cámaras o al menos una (depende de los tiempos de las delegaciones de visitantes) y los salones del Ejecutivo (el Salón Blanco, el Salón de los Gobernadores, y el Salón de Mujeres Entrerrianas, donde se homenajea a todas las mujeres que con su aporte han colaborado en las ciencias, las artes, la educación, etc.).
“He llevado visitantes a la oficina del Gobernador, pero no se puede hacer siempre, sólo cuando no la está ocupando. Hay otro recorrido que agregamos, y que hay que hacerlo con mucho cuidado, no siempre se puede por cuestiones también de tiempo y accesibilidad: es la torre del reloj que en este momento su estructura está en reparación, pero su maquinaria que data de la época de construcción del edificio funciona perfectamente. Cuando lo hacemos, debemos llevar contingentes más reducidos. A la gente le gusta mucho esto que se fue creando paso a paso, y siempre se va fascinada con todo lo que aprende de la historia entrerriana guardada en este monumental patrimonio”, concluyó.