En la semana que terminó el 17 de junio, 264.000 personas solicitaron prestaciones de desempleo por primera vez tras haber sido despedidas, sin cambios respecto de la semana pasada

Las solicitudes de subsidios por desempleo en Estados Unidos continuaron situándose durante la semana pasada en la mayor marca desde octubre del 2021, cuando el efecto de la pandemia aún impactaba en el mercado laboral estadounidense, según indicó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.

En la semana que terminó el 17 de junio, 264.000 personas solicitaron prestaciones de desempleo por primera vez tras haber sido despedidas, sin cambios respecto de la semana pasada.

La cifra se situó por encima de los 259.000 pedidos que proyectaban economistas, según una encuesta realizada por la agencia de noticias Bloomberg.

El mayor ascenso en los pedidos de subsidios fue en los Estados de Texas, Minnesota, Pensilvania, Georgia e Indiana, mientras que las caídas más pronunciadas se registraron en Tennessee, Massachusetts, Idaho, Nebraska e Iowa.

Por otro lado, la cantidad total de subsidios en curso descendió a 1.759.000 personas en la semana que terminó el 10 de junio, 13.000 menos que en la semana previa; mientras que el promedio semanal de solicitudes del último mes –dato que permite quitar la volatilidad propia de un índice semanal– creció a 255.750.

Los datos evidencian una creciente percepción de que el mercado laboral, si bien sólido, estaría comenzando a enfriarse y sufrir los efectos del estancamiento de la economía estadounidense y el ajuste de tasas de interés de la Reserva Federal (FED).

Además, las perspectivas hacia los próximos meses no son positivas, dado que el presidente de la FED, Jerome Powell, confirmó este miércoles que la entidad continuará con más subas en las tasas.

El último reporte de empleo dejó señales mixtas: por un lado, la economía estadounidense incorporó 339.000 puestos de trabajo en mayo, pero, al mismo tiempo, registró una elevación de su tasa de desempleo en tres décimas a 3,7%.

Esta divergencia –explican los analistas- se debe a que la metodología del reporte estipula dos encuestas: una a hogares, para extraer datos como el índice de desempleo; y otra a empresas, de donde se conocen los datos referidos a las nóminas.