«Es en nombre de un equipo y un elenco de gente a la que quiero mucho que deseo agradecer a la Academia por este reconocimiento», dijo Campanella desde el estrado, visiblemente emocionado.
El cineasta cerró su discurso con un «gracias, gracias, muchas gracias», luego de nombrar a los productores y distribuidores que hicieron posible la película. “Vamos Argentina y un abrazo a los hermanos de Chile”, finalizó.
Revancha
En el caso de Campanella, el premio es una suerte de revancha, después de que en 2002 con «El hijo de la novia» fuera nominado para este mismo galardón pero sin alcanzarlo.
El filme, que en la Argentina se transformó en el mayor éxito de taquilla nacional desde la vuelta de la democracia en 1983 con dos millones y medio de espectadores, había ganado anteriormente en España el Goya como Mejor Película Hispanoamericana.
Visiblemente emocionado y junto al actor Guillermo Francella y los productores de la película de España y la Argentina, Campanella subió al escenario del Teatro Kodak de Los Angeles para alzar la ansiada estatuilla dorada que consagró a «El secreto de sus ojos» como la Mejor Película en Lengua no Inglesa de todo el mundo de 2009.
«Gracias, gracias, muchas gracias» y «un abrazo a los hermanos de Chile», por la angustiosa situación que padecen tras el terremoto, fueron las últimas palabras de Campanella sobre el escenario, en español, con el Oscar en su mano derecha.
Antes había agradecido en inglés la distinción de la Academia «en nombre de un equipo y un elenco de gente a la que quiero mucho» y, con una cuota de humor, agradeció también a la Academia no considerar al na`vy (idioma que hablar los originarios del planeta Pandora de la superproducción «Avatar») una lengua extranjera, lo que hubiera permitido a la película de James Cameron participar de la terna.
Al mismo tiempo conmovido y luchando contra el tiempo del que disponía para hablar tras recibir el premio, Campanella agradeció también a su esposa Cecilia Monti, que estaba en la platea del teatro Kodak.
El premio le fue entregado por los realizadores Quentin Tarantino y Pedro Almodóvar, que estrecharon a Campanella en sendos abrazos.
En esta 82da. edición de los Oscar, «El secreto de sus ojos» competía contra «La cinta blanca», del realizador Michael Haneke, que venía de ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes y que sonaba como la gran candidata a quedarse con el Oscar.
También estaban nominadas la francesa «Un profeta», de Jacques Audiard, que había ganado el Gran Premio del Jurado en Cannes, y el de Mejor Película Extranjera de los Bafta británicos; la peruana «La teta asustada», de Claudia Llosa; y la israelí «Ajami», de Scandar Copti y Yaron Shani.
Basada en una novela del escritor uruguayo Eduardo Sacheri, «El secreto de sus ojos» combina la trama del thriller policial, el suspenso, y el drama romántico, logrando un filme de gran factura que hace también una revisión sobre el pasado oscuro de la Argentina previa a la dictadura de 1976.
El filme cuenta la historia de un asesinato, una venganza y un amor inconcluso 30 años más tarde pero aún con tiempo para cerrar los cabos sueltos que en su momento quedaron irresueltos.
A 12 años de «Ni el tiro del final», el policial negro que filmó en 1997 en Estados Unidos, Campanella regresa aquí a ese género -aunque lo combina con el romanticismo y la comedia- para narrar la historia de Benjamín Espósito (Darín), un empleado judicial que retoma una vieja historia de amor a través de la escritura de una novela que lo obliga a volver sobre un crimen en cuya investigación se había visto involucrado como oficial de justicia.
La novela que escribe Espósito es la historia una violación seguida de muerte ocurrida en Buenos Aires en 1974 y de la difícil investigación para hallar al culpable, pero al mismo tiempo esas memorias lo llevan a reavivar un amor nunca concretado con su jefa y compañera de trabajo, una mujer fuerte y vital encarnada por Soledad Villamil.
«El secreto de sus ojos» fue elegida el 25 de setiembre de 2009 por los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al país en la preselección de los Oscar, votación en la que se impuso por abrumadora mayoría al obtener 57 de los 85 sufragios emitidos, sobre un total de 263 miembros habilitados para sufragar.
La película había sido presentada en San Sebastián y se había alzado con el Goya al Mejor Filme Hispanoamericano y el Goya a la Mejor Actriz Revelación (Villamil), en febrero pasado.
«El secreto de sus ojos” se convirtió en la sexta película argentina que logra un lugar entre los filmes elegidos para competir por un Oscar. Antes compitieron «La Tregua» (1974), de Sergio Renán; «Camila» (1984), de María Luisa Bemberg; «La historia oficial» (1986), de Luis Puenzo; «Tango» (1998), de Carlos Saura, y «El hijo de la novia» (2002), también de Campanella.
El actor Guillermo Francella, que acompañó a Campanella en la ceremonia de premiación y subió junto a él al escenario para recibir el Oscar, aseguró minutos después que todos sentían «una felicidad tremenda».
«Es una felicidad tremenda, todavía no reaccionamos, no podemos creerlo», aseguró el actor en charla con Télam desde el Kodak de Los Angeles.
«Nos abrazamos con (Quentin) Tarantino y con (Pedro) Almodóvar, algo verdaderamente increíble. Siento que este Oscar pesa un montón», señaló Francella que en la película compone a Pablo Sandoval, un empleado judicial alcohólico que ayuda a Benjamín Espósito (Ricardo Darín) a desentrañar un asesinato encubierto.
Por su parte, una de las productoras argentinas de la película, Vanessa Ragone también desde Los Angeles contó a Télam que todo el equipo de la película sentía una «emoción increíble».
«Estamos muy contentos, muy emocionados, todavía no tuvimos tiempo de reaccionar», dijo Ragone a esta agencia, minutos después de haber subido al escenario junto a Campanella y Francella a recibir el premio.
En una conferencia de prensa ofrecida en un hotel porteño pasadas las 2 de hoy, dos de los protagonistas, Ricardo Darín y Soledad Villamil, manifestaron su absoluta sorpresa y alegría por la obtención del premio.
Ambos actores consideraron que el gran ganador del galardón era Campanella y manifestaron su deseo de que «sirva para que vengan más inversores extranjeros a apoyar al cine argentino».
Darín también consideró que el público argentino, que ayudó a la cinta argentina batiera récords de audiencia, también es un ganador del Oscar.
Por su parte, la presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure, aseguró que este premio para «El secreto de sus ojos» «es algo maravilloso» y que «posiciona al cine argentino en un lugar preponderante a nivel internacional».
«Este premio pone a Juan (José Campanella), sus actores y sus técnicos al nivel de las grandes películas internacionales y esto abre puertas para todo el cine argentino», aseguró Mazure a esta agencia.
Por su parte, la actriz Norma Aleandro, una de las protagonistas de «La historia Oficial», que en 1986 ganó el mismo Oscar, señaló que «este premio le va a hacer muchísimo bien al cine argentino. Todos los premios hacen bien pero éste es inmensamente respetado en el mundo».