El canciller argentino tenía previsto reunirse esta mañana con el Pontífice, pero el encuentro fue suspendido a último momento; según informó el Vaticano, por controles médicos que tenía el Papa
ROMA.- Aunque no tuvo su esperada audiencia privada con el Papa -prevista para esta mañana, pero suspendida a último momento por cuestiones de salud-, el canciller argentino, Santiago Cafiero, aseguró hoy que “es muy buena” la relación de Jorge Bergoglio con el Gobierno.
“Como ustedes saben hay una relación preexistente naturalmente por procedencia y es una relación que es muy buena, no solo con el Gobierno sino con el Presidente en términos personales”, dijo el canciller, al responder una pregunta que le hizo LA NACION en un encuentro con periodistas en la embajada argentina ante Italia de la Piazza dell’Esquilino. El Vaticano confirmó que la suspensión de la audiencia de Cafiero y de otras actividades de la jornada tuvo que ver con controles médicos relacionados con el desgarro en el ligamento de la rodilla derecha del Pontífice, aquejado desde hace semanas de esta dolencia que le ha impedido incluso presidir algunas ceremonias clave de la Semana Santa.
Cafiero, que viajó a Italia para inaugurar ayer el pabellón argentino en la Bienal de Arte de Venecia y reunirse esta tarde con su par italiano, Luigi Di Maio, entre otras citas, prefirió sobrevolar el enfriamiento que rodea el vínculo desde la aprobación de la ley de despenalización del aborto, en diciembre de 2020. Fiel reflejo de esta etapa de la relación, la última vez que el Papa recibió en audiencia a Alberto Fernández, el 13 de mayo del año pasado, el encuentro duró 25 minutos, muy poco tiempo y toda una señal del deterioro. Cuando Fernández viajó a Roma en octubre pasado para participar de la reunión del G20, si bien hubo un pedido de audiencia, no hubo espacio en la agenda.
Sin mencionar lo anterior, Cafiero insistió en la buena relación bilateral al subrayar que el Gobierno viene “fortaleciendo todos los mecanismos que tienen que ver con generar posibilidades a los sectores populares, con programas con muchos recursos para poder llevar adelante programas de urbanización de barrios populares y lograr acceso a agua potable y cloacas”.
“La Argentina viene avanzando en esa dirección que creo que, en algún punto, es algo que nos hermana con la prédica que tiene Francisco”, indicó, al destacar, por otro lado, la misma sintonía en cuanto a todos los temas relacionados con el cambio climático. “Venimos desarrollando herramientas que tienen que ver con el cuidado de la casa común, como cuando diseñamos el Ministerio de Desarrollo Sostenible. Me parece que también ahí hay una agenda compartida. Y toda la agenda de la Argentina que tiene que ver con luchas con todas las desigualdades, no solo en la Argentina, sino en la región. La voz que alza nuestro Presidente o el Gobierno cuando le toca intervenir en foros internacionales siempre tienen muy marcada estos valores con respecto a la búsqueda de un mundo más igualitario, más solidario, más humano. Y creo que eso nos acerca mucho a lo que es la agenda”, afirmó.
Sobre cuál era el objetivo de la fallida audiencia de hoy con el Papa –que tuvo una excelente relación con el padre del canciller, Juan Pablo Cafiero, que fue embajador argentino ante la Santa Sede de 2008 a 2014-, Cafiero contestó que era “fortalecer el vínculo, hablar de los temas de la Argentina, de los temas de la región, escuchar y escucharlo”.
Preguntado si lo iba a invitar a la Argentina, algo que se ha vuelto un tema tabú y una asignatura pendiente, el canciller, entre risas, confesó que ese es un “tema privado” en el que prefería no meterse.
Ante otra pregunta sobre si era verdad que iba a pedirle al Papa que bautizara al pequeño Francisco, el hijo que acaba de tener el Presidente junto a la primera dama, Fabiola Yáñez, Cafiero desmintió tajantemente la versión. “No, no es verdad eso. Mi tarea es estrictamente institucional, vengo como canciller de la Argentina y también como miembro de la CELAC y quería contarle [al Papa] cómo está el país, cómo lo extrañamos, naturalmente, siempre lo extrañamos, siempre lo escuchamos y siempre rezamos por él, como él nos pide”, respondió.
Precisó, por otro lado, que no hay fecha para otra eventual audiencia con el Santo Padre. “No, no hemos solicitado nada, somos muy cuidados de lo que el Vaticano informó, así que no tenemos mucho para agregar. Claramente el compromiso nuestro es estar allí donde el Papa nos necesite y yo desde lo personal voy a seguir en esa dirección”, sostuvo.
En una jornada en la que también se reunió con directivos del Programa Mundial de Alimentos (PMA o WFP por sus siglas en inglés), de la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación) y empresarios de Confindustria (la unión industrial local), ante otra pregunta de esta corresponsal Cafiero explicó por qué la Argentina se abstuvo de votar en la OEA la suspensión de Rusia o por qué el ministro de Economía, Martín Guzmán, no se plegó a un boicot de varias potencias al mismo país en el marco del G-20. “La Argentina tiene una posición de fondo de condena de la invasión de Rusia sobre Ucrania en organismos de seguridad internacional, paz y derechos humanos; pero considera que, en otros foros, que tienen otro tipo de temática, como por ejemplo la OEA, que es regional, considera que no es adecuado ese tratamiento y por eso nos abstuvimos”, indicó. “Pero eso no modifica en nada la posición de Argentina de condena a Rusia por la invasión a Ucrania y no modifica en nada las advertencias que viene haciendo la Argentina por un rol preponderante a la hora de investigar la violación de derechos humanos en Ucrania”, aclaró.
Preguntado, finalmente, si la Argentina piensa reabrir su embajada en Kiev, capital de Ucrania, donde esta semana han reabierto 18 legaciones internacionales, Cafiero –que mañana sigue su gira y viaja a la India-, dijo: “No hay fecha, aún no decidimos”. Y recordó que la embajadora argentina en Ucrania, Elena Mikusinski, ha seguido igualmente trabajando desde la frontera logrando evacuar a todos los argentinos que quisieron hacerlo y que la Cancillería, a través de ella, sigue en el desafío de asistir a las parejas argentinas que han subrogado vientres en ese país y viajan a buscar a sus bebes.
Elisabetta Piqué