Alberto Fernández recibió a Guillermo Lasso y llamó a colaborar con Venezuela

Más allá de las diferencias políticas, los mandatarios hablaron de fortalecer los lazos comerciales y culturales entre Argentina y Ecuador. Fernández abogó por la unidad regional y por restaurar las relaciones con la nación venezolana. Al respecto, Lasso advirtió que su país “no está listo para una decisión», pero dijo ver «con buenos ojos el llamado de Fernández”.
El presidente Alberto Fernández recibió en Casa Rosada a su par de Ecuador, Guillermo Lasso. Más allá de las diferencias políticas entre ambos mandatarios –el empresario y banquero ecuatoriano es uno de los referentes de la derecha regional–, en la reunión de este lunes conversaron sobre la importancia de fortalecer los lazos comerciales y culturales entre ambas naciones. Fernández adelantó que Lasso lo acompañará en su propuesta –como presidente protempore de la Celac– de generar «un programa de fraternidad latinoamericana y del Caribe que nos permita volver a lograr los vínculos plenos que por imperio de los tiempos que nos precedieron se fueron rompiendo y que hoy necesitamos recuperar».

En esa línea, Fernández aprovechó la presencia de un presidente que está en las antípodas ideológicas de su pensamiento para adelantar que nuestro país retomará las relaciones diplomáticas con Venezuela y que invita al resto de los países de la región a hacerlo. «Es un paso que estamos dando nosotros y convoco a todos los países de América Latina a que lo revisemos porque Venezuela ha pasado un tiempo difícil», indicó Fernández.

En diálogo con Página/12, fuentes del gobierno nacional aseguraron que «en poco más de un mes el Presidente recibió a cuatro de sus pares de América Latina y el Caribe de distintos colores políticos: al presidente de República Dominicana, Luis Abinader Corona; al de Chile, Gabriel Boric; al de Bolivia, Luis Arce, y este lunes al de Ecuador. Eso es un gesto muy importante en su rol de presidente protémpore de la Celac, puesto en el que hoy cumple 100 días».

Sobre la relación con Venezuela, Fernández agregó que «estamos viendo cómo a partir de los acuerdos logrados por el Grupo de Contacto Venezuela ha ido avanzando en su proceso electoral y creemos que es momento de ayudar a que recupere su normal funcionamiento como país y como sociedad. No lo vamos a lograr si lo dejamos solo, sin embajadores y sin nuestra atención». Sobre el asunto, el presidente ecuatoriano dijo que “es un tema que nosotros vamos a analizar, vamos a considerar. No estamos listos todavía para tomar una decisión, pero vemos con buenos ojos el llamado del presidente Fernández”.

El Presidente puntualizó que «tenemos que lograr que Venezuela vuelva a funcionar normalmente y que los venezolanos que han emigrado puedan volver a disfrutar de su patria. No hay nada hay más ingrato que verse en la obligación de dejar su tierra tratando de buscar un futuro en otra parte. Esta idea se la transmití a Lasso y estuvo de acuerdo para que juntos podamos lanzar esta convocatoria a la fraternidad de América Latina y del Caribe y que lo hagamos desde el ámbito de la Celac». Lasso agregó que «pude plantear que para mí la Celac tiene que tener una visión práctica. Si quisiéramos emular a la UE, el primer paso que tenemos que dar es una gran zona de libre comercio para poder tener mayor fuerza y poder negociar con otras regiones del mundo de una manera más potente, todos unidos en América Latina y el Caribe».

El ecuatoriano, que estuvo relacionado con distintos escándalos por su aparición en los Pandora Papers, llegó a Casa Rosada cerca de las 11 de la mañana. Más allá de las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos, el propio Lasso indicó que tiene un buen vínculo personal con Fernández. Los mandatarios se conocieron en Perú, cuando fueron a la asunción de Pedro Castillo y luego tuvieron otro encuentro en China, cuando participaron de la inauguración de los juegos de invierno de este año.

Tras la reunión bilateral en el despacho de Fernández, los mandatarios firmaron acuerdos en el Salón Blanco. Allí también brindaron una conferencia de prensa. Por la Argentina participaron los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca Bocco; el presidente del Enacom, Claudio Ambrosini, y el futuro embajador ante Ecuador, Gabriel Fuks. Por último, las comitivas compartieron un almuerzo en la Casa de Gobierno.

«Tenemos muchas expectativas de que podamos profundizar nuestros vínculos comerciales, políticos y culturales con Ecuador –dijo Fernández–. Hemos hablado de acuerdos que tienen que ver con lo comercial donde la industria automotriz es uno de los temas que a la Argentina le preocupa y que a Ecuador le interesa. Vamos a trabajar rápidamente para que los autos que se producen en la Argentina puedan ingresar a Ecuador».

En la declaración conjunta que emitieron ambos países, especificaron que los mandatarios «destacaron el dinamismo del comercio bilateral en 2021 y las oportunidades que existen para su crecimiento y diversificación, en especial en sectores con valor agregado tales como el alimenticio, maquinaria y equipamiento para la industria, tecnología para el sector agropecuario, medicamentos y servicios basados en el conocimiento, entre otros».

Fernández puntualizó que, más allá de las diferencias, «compartimos una mirada común sobre lo que América Latina necesita. Primero la necesidad de recrear la unidad plena de toda América Latina para que nuestros pueblos vivan cada día un poco mejor y también compartimos la preocupación de luchar contra la pobreza».

El Presidente aprovechó para hacer un comentario sobre la Justicia, en un momento delicado para el país y la región. «Compartimos el compromiso de fortalecer las democracias y la institucionalidad recurriendo y contando con una Justicia verdaderamente republicana independiente de todos los poderes fácticos».

Por último, el mandatario argentino se refirió a la necesidad de que América Latina fortalezca sus lazos y la unidad. “Tuvimos que enfrentar la pandemia cada uno por su lado. Todos unidos hubiéramos logrado seguramente mejores condiciones y hubiéramos negociado con otra fortaleza. Eso debe servirnos de experiencia para entender que divididos todo es más difícil. Nadie se salva solo, como dice el Papa, y en América Latina eso pesa más porque estamos en el continente más desigual del mundo», concluyó.