Jorge Ramiro Tapia dio detalles sobre la denuncia al gobierno de Mauricio Macri por haber apoyado el golpe de Estado.
El Embajador de Bolivia en Argentina, Jorge Ramiro Tapia, dio detalles sobre la denuncia al gobierno de Mauricio Macri por haber apoyado el golpe de Estado, y consideró que «los que hicieron cosas que no debían, tienen que estar presos».
«Lo que sucedió en Bolivia es un hecho muy triste, queremos justicia, murieron muchos bolivianos en el golpe de Estado», dijo en declaraciones a «Mañana Sylvestre» en Radio 10.
Corroboramos que hay un ingreso de la nota con los materiales bélicos que ingresaron al país», aseguró Tapia.
Para el funcionario, «hay muchas cosas que analizar y por eso amerita un proceso para esclarecer quien dice la verdad y quien miente».
En la misma línea, aseguró que la exministra Patricia Bullrich «siempre mintió». «Nos trato de delincuentes y nunca lo reconoció», argumentó. «Esto contradice los dichos de Patricia Bullrich, diciendo que habían protegido, que habían sido humanitarios, y la realidad es que no le permitieron asilo a Evo Morales», sostuvo sobre la denuncia.
«La mentira tiene patas cortas, los que hicieron cosas que no debían, tienen que estar presos», remarcó.
El embajador de Bolivia en Argentina destacó el rol del presidente Alberto Fernández, y dijo al respecto que junto a Manuel López Obrador «fueron los que hicieron todos los tramites para poder sacar a Evo Morales de Bolivia».
El Gobierno de Bolivia denunció la semana pasada que la administración de Mauricio Macri proveyó de manera clandestina «material bélico» al régimen de Jeanine Añez para reprimir protestas sociales ante el golpe de Estado contra Evo Morales, lo que llevó al presidente Alberto Fernández a expresar públicamente su «dolor y vergüenza».
La información fue difundida a la prensa por el canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, quien dio un detallado informe sobre el armamento que el Gobierno de Juntos por el Cambio habría proporcionado a Añez y recordó que la represión de 2019 tuvo su punto máximo en las llamadas «masacres de Sacaba y Senkata».