El conjunto nacional está en ventaja, por la tercera fecha del Grupo A, en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia
Con un golazo, la selección argentina derrota 1 a 0 a Paraguay, por la tercera fecha del Grupo A de la Copa América.
El que la empujó al fondo de la red, a los 9 del primer tiempo, fue Alejandro Gómez. Pero fue una gran jugada colectiva. Lionel Messi encaró desde el mediocampo, de derecha a izquierda y cedió a Di María. La asistencia de Fideo fue perfecta, para que el delantero hiciera todo bien: metió la diagonal en el momento justo, la picó suave ante la salida del arquero y metió su ya clásico bailecito, ese que se viralizó hace un par de temporadas y dice que “todo el mundo baila como el Papu”.
Hasta allí había sido todo del equipo albiceleste. Apenas 20 segundos tardó Sergio Agüero en tocar el balón, otra vez como titular del seleccionado argentino. Junto a Ángel Di María son las caras más experimentadas de las seis modificaciones que dispuso el técnico Lionel Scaloni para el choque con Paraguay.
En los primeros instantes, el conjunto albiceleste distribuyó de un costado al otro la pelota, estudiando cómo meterse en un cerrojo rival que se mantuvo expectante.
Enseguida lo tuvo el Kun, después de una desinteligencia de Piris Da Motta y Gustavo Gómez. De espaldas al arco, el delantero intentó acomodarse como pudo ante semejante regalo y trató de meterla por arriba de Silva. Pero la pelota se fue apenas por arriba del travesaño.
A los 16, Messi tuvo el segundo. Un tiro libre desde una posición inmejorable (a un metro hacia la derecha de la medialuna del área). Le apuntó al palo derecho de Silva, y el balón le sacó brillo al poste antes de irse.
Una desatención le permitió a Paraguay quedar inesperadamente cerca del 1 a 1 a los 19. Romero Gamarra habilitó a Romero, pero el remate del hombre de San Lorenzo fue bloqueado a tiempo, y después de un rebote, la pelota se alejó del área albiceleste.
Los siguientes 10 minutos fueron dispersos. Porque Paraguay se adelantó unos metros y buscó la igualdad con un arma históricamente confiable: el juego aéreo. Sin embargo, no logró lastimar.
A la vez, la Argentina se relajó más de lo aconsejable. Sin descuidarse en la última línea, dejó de tener peso cerca del arco paraguayo. Casi como si el rápido 1 a 0 hubiera desactivado esa búsqueda intensa por el gol.
Al menos en la primera media hora, a Agüero se lo vio tan poco participativo como Lautaro Martínez. Es cierto que tuvo ese regalo defensivo que no logró enviar a la red, por lo imprevisto de la jugada. Pero le costó entrar en contacto con la pelota.
En los últimos 10 minutos de la primera etapa la Argentina cedió la pelota y dejó venir a Paraguay. Buscando espacios de contragolpe, pero con el riesgo de jugar cada vez más cerca de Martínez, y a la vez rompiendo el vínculo con sus atacantes.
Si bien el equipo de Berizzo padeció de sus propias limitaciones, el hecho de pisar con frecuencia el área albiceleste fue una linda sensación. Y en cada centro, la presencia de Gustavo Gómez fue bien controlada.
Lo que arrancó como un concierto albiceleste a todo volumen terminó la primera etapa siendo un unplugged. Desteñido, lo mejor de esos primeros 45 minutos fue la gran jugada que terminó en el tanto del Papu Gómez. Demasiado poco para la calidad de nombres que integran este seleccionado. Aunque sobre la hora se do una jugada polémica, donde un gol en contra de Junior Alonso fue anulado por una posición adelantada anterior.
Segundo tiempo
El encuentro se disputa en el Estadio Mané Garrincha de Brasilia, tiene el arbitraje del venezolano Jesús Valenzuela y es televisado por TyC Sports, TV Pública y DirecTV Sports.