CIUDAD DE MÉXICO.- Alberto Fernández se sentó al lado del atril de Andrés Manuel López Obrador, y escuchó en silencio el largo rito de la «mañanera» del mandatario mexicano y sus asesores, hasta que llegó la primera pregunta sobre el escándalo de las Vacunas VIP. Su respuesta, furiosa y furtiva, fue una enciclopedia de ataques a los medios, la oposición, el gobierno de Mauricio Macri y la Justicia, a la que acusó de desplegar «la payasada» por su investigación al Ministerio de Salud por el acceso privilegiado a las vacunas que se le dio a funcionarios, legisladores y allegados al poder.
Visiblemente cansado, y muy frustrado por la cobertura del escándalo, Fernández descartó por ahora tomar más medidas para evitar nuevos abusos o calmar la indignación de la gente, al reiterar que el Gobierno ya había dado su respuesta. Dejó, con todo, la puerta abierta a más cambios en su gabinete, aunque sin dejar de aclarar que no se hará cargo del «escarnio público».
«Si hay más responsables, se van a tener que ir los que se tengan que ir», dijo el Presidente.
De gira en México y en medio del escándalo por las vacunaciones de privilegio, Fernández llegó un rato después de las 6 de la mañana al Palacio Nacional, donde fue recibido por López Obrador. «¡Alberto!», le dijo a la bienvenida. Luego de una breve ceremonia en la una banda oficial tocó los himnos ambos países, AMLO y Fernández se tomaron fotos y mantuvieron un encuentro a solas. Luego bajaron a la conferencia de prensa habitual del presidente mexicano, conocida como la «mañanera».
El rito, que duró casi dos horas, comenzó con una presentación del informe de la pandemia del coronavirus a cargo del secretario de salud de López Obrador, y otro sobre la llegada de las vacunas a México, a cargo del canciller, Marcelo Ebrard. «Ya vamos a disponer millones de dosis para América latina», dijo el mandatario mexicano, que agradeció la cooperación con el gobierno argentino en el desarollo de la vacuna de AztraZeneca y la Universidad de Oxford. AMLO dedicó después varios minutos a una carta que le envió a los gobernadores sobre la democracia y las próximas elecciones, y luego llegó, finalmente, el turno de las preguntas.
Ante una pregunta de los periodistas argentinos -la prensa argentina solo pudo hacer una consulta, que hizo LA NACION en representación de todos los medios que cubren la visita-, sobre qué medidas adicionales podía tomar el Gobierno para prevenir más abusos en la campaña de vacunación, el Presidente ofreció una larga diatriba, y cargó contra dos blancos habituales del kirchnerismo: los medios y la Justicia.
Habló de una «campaña despiadada» de parte de la oposición, pidió a jueces y fiscales que terminen «con la payasada» y apuntó, contra los medios: «Algunos protocolos se saltearon porque ustedes en sus diarios escribían que estábamos envenenando gente».
Las quejas por el accionar de la Justicia
«Cuando tomé nota de lo que había pasado reaccioné y perdí a un ministro», contó Fernández, quien dijo, a la Justicia: «He leído que han hecho una denuncia, el hecho es lo suficientemente grave como para que un ministro de la talla de Ginés González García haya debido dejar su cargo, pero terminemos con la payasada. Les pido a los fiscales y a los jueces que hagan lo que deben. No hay ningún tipo penal en la Argentina que diga ‘será castigado el que vacuna a otro que se adelantó en la fila’ y no se pueden construir delitos graciosamente, ya lo hemos vivido»
El Presidente pidió a algunos fiscales que relean el Código Penal y expresó: «No sé en qué universidad aprobaron, pero ya hicieron demasiadas sinvergüenzadas para que sigan haciéndolas. Podemos dar respuestas de todo lo que hacemos y, en este punto, ya dimos respuestas».
Mientras tanto, dijo que si el Poder Judicial desea trabajar «tiene muchos delitos para investigar» y enumeró una lista de hechos, en referencia a la gestión del expresidente Mauricio Macri frente al Ejecutivo: «el negocio de los peajes de Macri; el terrible y lamentable endeudamiento, que no fue otra cosa que negocio para los amigos del poder; el vaciamiento del Congreso; el negocio de los parques eólicos, y la responsabilidad de un ministro que mandó un submarino para que mueran 44 tripulantes». Sobre ello, apuntó: «Miren todo lo que tienen para investigar y no investigan».
El ataque a los medios
En cuanto a la lista de vacunados vip que fue publicada ayer, dijo desconocer lo que ocurría en el Ministerio de Salud -adonde fueron inoculados una parte de ellos- y expresó que le ordenó a la ahora jefa de la cartera, Carla Vizzotti, que haga públicos los nombres. Sin embargo, achacó responsabilidades a los medios de comunicación: «Algunos protocolos se saltearon por cuestiones de la actividad estratégica que realizaron esas personas. Y algunos protocolos se saltearon porque en sus diarios ustedes escribían que estábamos envenenando gente y le daban mucho eco a las barrabasadas que decía la oposición».
En esa línea, insistió con que hubo «una campaña despiadada desatada por la oposición para hacerles sentir a los argentinos que la vacuna Sputnik V era veneno» y comentó: «Hasta me denunciaron por estar distribuyendo veneno. Ahora los que me denunciaron me piden que por favor les dé el veneno a ellos y que consiga más».
Refirió, incluso, que los medios argentinos «ponen a Alberto Fernández entre los que recibió la vacuna indebidamente», pero aseguró que fue inoculado ya que el periodismo «decía que no se podía confiar en la vacuna rusa y convocar a la confianza ciudadana». Acotó que, por ese motivo, también se vacunaron la vicepresidenta Cristina Kirchner, el gobernador Axel Kicillof y otros funcionarios, dentro de los cuales destacó a mandatarios opositores.
Profundizar el vínculo con México
Por otra parte, el Presidente destacó la necesidad de «profundizar el vínculo» con México -uno de los socios estratégicos en la región- y, durante su alocución, se refirió a la idéntica situación de ambas naciones en cuanto a la «falta de vacunas» contra el coronavirus.
«Estamos igual que México, tratando de sortear esa falta de vacunas, recurriendo a todas las ofertas que en el mundo se dan», aseguró.También, dijo que ambas naciones deberán hacer «el máximo esfuerzo para que a la mayor velocidad posible toda Latinoamérica esté vacunada, fundamentalmente los que están en riesgo».
Refiriéndose a la distribución de las vacunas contra el coronavirus en el mundo, el mandatario argentino agregó: «Quiero acompañar la gestión de México en favor de la universalización de la vacuna y quiero acompañar las quejas de México en la forma en que la vacuna se ha acaparado en una decena de países en desmedro de muchos otros».
Con un tono amigable entre ambos mandatarios, Fernández habló de López Obrador como «un presidente con valores morales y éticos» e insistió con la importancia de la confluencia entre los países de la región. «Latinoamérica tiene un futuro y pasa por la unidad de los esfuerzos. Que México y la Argentina estén unidos, que encaren un futuro común y que esto ayude a la América Latina es una obligación que tenemos. Desde el país más norteño hasta el más austral tenemos que ser capaces de trazar un eje que una a todo el continente», refirió.
Los exiliados argentinos y la salida de Evo Morales de Bolivia
En esa cooperación, Fernández destacó la producción conjunta de la vacuna de Oxford y AstraZeneca y agradeció la postura de México al abrir sus fronteras a los exiliados argentinos durante la última dictadura militar.
«Para los argentinos, México no es cualquier país, es el que albergó a las víctimas de la dictadura, a muchos otros perseguidos en el mundo, les dio cobijo y seguridad», comentó Fernández y dijo, a su vez: «No quiero que en mi país haya más exiliados, siempre estaremos agradecidos a México por cómo abrió las puertas».
El jefe de Estado puntualizó, además, en la gestión conjunta para lograr la salida de Evo Morales de Bolivia, luego de la crisis institucional y previo a su arribo a la Argentina: «Cuando no había asumido la Presidencia, con la complicidad de la OEA ocurrió un golpe de Estado y allí muchos bolivianos vieron peligrar sus vidas, entre ellos nuestro querido amigo Evo Morales. Me costaba mucho ayudarlo porque tenía un gobierno que no tenía vocación de hacerlo, llame [al canciller mexicano] Marcelo Ebrard, le planteó el problema al presidente e inmediatamente dispusieron de un avión que rescatara a Evo Morales de las garras de sus asesinos». Con respecto a eso, consideró: «Si Evo está vivo es, en gran medida, por lo que aquel día decidió el presidente de México».
Por su parte, AMLO agradeció a Fernández por dos cuestiones: el convenio conjunto para producir dosis de la vacuna de AstraZeneca y la intermediación de la Argentina con Rusia para que México obtenga la Sputnik V. «En esta conferencia mañanera tenemos de invitado a Alberto Fernández, presidente de la Argentina, amigo nuestro, representante de un pueblo hermano, fraterno, como es el pueblo de la Argentina», introdujo, en un inicio, AMLO.
Fernández fue invitado a la celebración de los 200 años de la independencia mexicana, pero también aprovechó su arribo a México -en un avión alquilado a Lionel Messi- para realizar otras actividades, como reunirse con empresarios e intelectuales y visitar el laboratorio que produce la vacuna de Oxford y AstraZeneca junto a la Argentina.
Por: Rafael Mathus Ruiz