El anuncio de baja generalizada de combustibles, que arrancó el 1° de enero pasado, fue realizado por la propia presidenta Cristina Kirchner y sólo duró 42 días: esta mañana todas las compañías petroleras subieron un 0,8% el precio de sus combustibles en estaciones de servicios.
Kicillof había acordado a través de varias reuniones con provincias, empresas productoras de hidrocarburos, estaciones de servicio y representantes sindicales “una baja del precio en pesos en surtidor”. Pero la suba permanente de costos y la necesidad de YPF de seguir recaudando para invertir en más producción petrolera truncaron la medida.