Gran partido del Submarino que suma tres de tres y por primera vez lidera la tabla. Perbet, Aquino y Uche fueron los goleadores del equipo de Marcelino. Mendilíbar, cuestionado.
La impotencia se veía reflejada en los rostros de los jugadores de Osasuna. Lo intentaron. Nunca tiraron la toalla. Pero sencillamente les habían pasado por encima. Como aviones en la primera mitad. Lo del Villarreal no es casualidad. Ni el pleno de victorias ni el fútbol que realiza. Marcelino propone y sus futbolistas disponen. Orden, presión y velocidad. Tres conceptos que en El Sadar transformaron en hechos los amarillos. Rodillo de un equipo que va de líder en su vuelta por la Liga y farolillo para un Osasuna que cierra agosto como lo empezó, sin puntos. Días difíciles los que le aguardan a Mendilibar, que con semblante perdido escuchaba de fondo silbidos y veía pañuelos, por más que solo se lleven tres jornadas.
Perbet, Aquino y Uche certificaron un más que merecido triunfo. El Villarreal fue superior en todo. En defensa y qué decir en ataque. La precisión en los pases es sinónimo de calidad y solo hay que ver los goles para certificar que la tienen. Y fondo de armario, porque cuando el físico bajó: Pina a poner orden, Gio a meter la quinta y Uche a sentenciar