CFK: “ayudémonos entre todos a sostener la Argentina, no se confundan”
En un discurso donde abundaron definiciones políticas reiteradas y otras nuevas, la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner realizó su discurso en el contexto del 203 aniversario de la Revolución de Mayo. Lo hizo ante una Plaza de Mayo colmada de millares de personas.
Cristina comenzó su alocución refiriéndose a la gesta patria, para luego pasar por el peronismo, la última dictadura militar y los años de la crisis del 2001. Aseguró que “después de Perón y Eva hemos sido los más ultrajados de la historia”, aunque aclarando: “no me quejo”. Luego reivindicaría Juan Manuel de Rosas, Manuel Belgrano o Juan Azurduy, en distintos tramos de su alocución.
“Ellos pelearon por nuestras libertades, hoy necesitamos hombres y mujeres que luchen por la igualdad, que luchen por la inclusión”, reclamó la presidenta argentina.
Respecto al período neoliberal, dijo que no quería “cansar” con la referencias, pero invitando a ir “a los diarios del año 2001, poco antes de la caída del gobierno, a ver si alguien de los que hoy anuncian catástrofes habló de que se iban a quedar con la plata de los bancos e iban a dejar a los argentinos sin nada”.
Tras indicar que “no soy eterna, ni lo quiero ser”. Cristina Kirchner planteo que “es necesario que estas conquistas de esto que es una década ganada, le pese a quien le pese, no dependa de nadie y estén totalmente garantizadas”.
En uno de los tramos económicos del discurso sostuvo que “no son los salarios de los trabajadores, ni son los gobiernos los que fijan los precios, son los grandes empresarios y los monopolios”. Igualmente, más adelante aclararía sobre su gobierno que “este no es un modelo económico, este es un proyecto político con propuestas económicas, sociales y culturales”.
A propósito de la oposición, pidió que “se debata con altura” y defendió su política de derechos humanos. “Hay heridas que no han sido cerradas, porque hay hijos y nietos que no han aparecido”, reiterando que “los vamos a buscar pidiendo Memoria, Verdad y Justicia”, reconociendo “la lucha de estas mujeres de pañuelos blancos”, en obvia alusión a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
También criticó a quienes “hablan de fin de ciclo, cuando en realidad sería la finalización de un gobierno”. Interpretó: “¿No será que están pensando en volver hacia atrás, a épocas pasadas?”. Previamente había aludido a las políticas económicas del Fondo Monetario Internacional durante la década del 90. “¿De qué están hablando?”, se preguntó.
A su vez, reiteró que “este gobierno no va a mandar palos” contra la protesta social, definiendo que “eso no es justo”. Acto seguido pidió “perdón” a quienes “tienen razón cuando se enojan porque llegan tarde a su trabajo o a su casa por el corte de una calle”, aunque acotando que “reprimir no ha sido ninguna solución en nuestra historia”.
La presidenta también de defendió medidas como los aumentos a las jubilaciones, la asignación universal por hijo, el matrimonio igualitario y el intento de reformar la Justicia. “Es necesario que ese poder del estado sea democratizado”.
Sobre Néstor Kirchner, recordó aquel “25 de mayo de 2003, “él iba saludando a la gente y yo nunca lo había notado, pero recientemente lo pude hacer por filmaciones que vi, que el tenía una cara de angustia, como presagiando lo que se venía, por lo que hacía falta hacer”, reseñó. Y agregó: “cuando él hablaba de que no iba a dejar sus convicciones tenía que ver con esa conciencia, de las presiones que ibamos a recibir”, aseguró.
Finalmente Cristina Fernández de Kirchner llamó a “los 40 millones de argentinos” a “tener conciencia de cuáles son sus intereses” ya que sugirió que hay sectores que “siempre han estado generando obstáculos”. Convocó a que “tengamos otra década ganada” y a “festejar esta democracia participativa que tenemos”.
Entre las definiciones más conocidas del gobierno insistió que “la patria es el otro” y que “esta es la década ganada”, pero subrayando que “la ha ganado no un gobierno, sino el pueblo”.