6 de febrero de 2013 | Destacado, Nacionales.

Ordenan detener al represor que violó arresto domiciliario

MAFGANSEl Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 de la Capital ordenó que Jorge Luis Magnacco cumpla su condena en la cárcel de Marcos Paz. Es por el incumplimiento de las pautas impuestas en la concesión del beneficio.

La Justicia suspendió el arresto domiciliario de Jorge Luis Magnacco, el médico de la ESMA condenado que fue filmado por la agrupación Hijos entrando al shopping Patio Bullrich.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 de la Capital ordenó hoy su detención en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, por el incumplimiento de las pautas impuestas en la concesión del beneficio.

La agrupación H.I.J.O.S había denunciado que Magnacco «se burla de todos cuando pasea por las calles de la Ciudad de Buenos Aires. Se burla de sus víctimas, los familiares, la justicia y el pueblo entero que luchó por este proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia».

A la vez, al dirigirse a los jueces, recordaron que «hemos exigido que los genocidas con arresto domiciliario no tengan privilegios», y agregaron que «son ustedes (los magistrados) quienes deben controlar qué hace Magnacco y cualquier otro cuando no está su casa».

«No podemos seguir cruzándonos con genocidas por las calles. Particularmente, este verdugo tiene probado por la justicia que fue partícipe del terrorismo de Estado. ¿Cómo se explica que camine por las calles como cualquiera de nosotros? Magnacco no puede seguir gozando de un beneficio que no respeta: exigimos que el Tribunal Oral y Federal Nº 5, integrado por los jueces Leopoldo Bruglia, Daniel Obligado y Adriana Paliotti, le revoque inmediatamente el arresto domiciliario y ordene su detención en una cárcel común», señalaron a través de un comunicado.

Jorge Luis Magnacco fue el primer genocida escrachado por H.I.J.O.S., dado que comprobaron que el Capitán de Navío Médico retirado de la Armada gozaba de impunidad en 1996.

El obstetra de la ESMA trabajaba en el Hospital Militar y en el Sanatorio Mitre, de donde fue despedido por el efecto de la condena social.

«Magnacco tiene las manos manchadas con sangre: la de los bebés nacidos en la ESMA durante el cautiverio de sus madres detenidas-desaparecidas en la última dictadura cívico-militar», aseguró H.I.J.O.S.

Por último, sostuvieron su convicción de que «los juicios a los culpables de los delitos de lesa humanidad se complementan con la condena social. Y hoy lo demostramos una vez más: Magnacco no puede pasar desapercibido. Su cara no es conocida. Los medios no la muestran, a pesar de todas sus condenas. Por eso la ponemos en evidencia: para que su casa sea su cárcel y su cara su condena social».

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