En el marco del Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre, que se celebra hoy, se intensificaron las acciones de prevención. El 9 de noviembre fue declarado el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre, a través de la ley 25.936, que apoya la importancia de poder promover un cambio cultural y concientizar a la población, incorporando esta práctica como habitual, voluntaria , solidaria y anónima, destinada al beneficio de alguien que lo necesita, en muchos casos inclusive para continuar viviendo.
En nuestro país, se necesitan 1.500.000 donantes por año. La donación de sangre es un método seguro basado en normas internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Asociación Americana de Bancos de Sangre.
Puede donar toda persona, entre 18 y 65 años, que pese más de 50 kg. Es fundamental no presentar ni haber padecido ninguna enfermedad transmisible a través de la sangre. Para verificar la aptitud del donante, se analiza la sangre y se realiza una entrevista personal y confidencial.
Hay que recordar que no existe sangre artificial, sólo se puede transfundir sangre de humano a humano. Esta puede ser de sangre total, específico de plaquetas o de plasma.
Las patologías más frecuentes que requieren este tipo de tratamiento son:
– Leucemia
– Aplasia medular,
– Cáncer,
– Trasplantes,
– Déficit de plaquetas,
– Anemia,
– Hemorragias,
– Cirugías,
– Trasplantes,
– Enfermedades hematológicas,
– Hemofilia,
– Hemorragias
– Quemaduras,
– Tétanos,
– Varicela,
– Rubéola,
– Hepatitis A y B,
– Enfermedad hemolítica del recién nacido.
Hay que recordar que “donar sangre es ser solidario con el prójimo y
es una forma de dar vida en vida”.
Donar de manera voluntaria
Con cada donación de sangre se pueden salvar hasta tres vidas, y es un acto breve y sencillo. Lucrecia Etcheverry, destacó la importancia de que las donaciones sean voluntarias, y no por reposición. En nuestra provincia, de cada 100 entrerrianos sólo 3 dona sangre voluntariamente.
“La mayoría de los pacientes que se acercan a donar son de reposición, es decir, es gente que tiene un familiar o un amigo internado y sale compulsivamente a buscar donantes para cubrir el problema de su familia”, expresó la funcionaria y al mismo tiempo agregó que “en cambio, el donante voluntario es el que elige hacerlo, lo hace por propia voluntad y porque quiere hacerle el bien a otro, entonces la donación es más segura”.
En ese sentido, la especialista aclaró que si bien se cuenta con el abastecimiento suficiente, esto es resultado de donaciones por reposición y lo que es necesario reforzar son las voluntarias.
Donar sangre a los niños, un gesto de amor que se multiplica
En el Servicio de Medicina Transfusional del Hospital Materno Infantil San Roque se trabaja en función de las vidas de los niños que se encuentran internados en la institución. Liliana Bustamante, médica del servicio resaltó la importancia de que los entrerrianos se acerquen desinteresadamente a donar y lo adopten como un hábito.
“La mayoría de los donantes que tenemos son por reposición, o sea que donan porque tienen algún familiar internado” indicó la especialista, al tiempo que agregó que tienen menos de 10 donantes voluntarios al año, que donan cada tres meses.
Bustamante recalcó que donando sangre para los niños, se salvan más de tres vidas, como sucede con los adultos. “Cuando se dona, la bolsita que se obtiene se fracciona para mucho más que un adulto. Sólo a la bolsa de glóbulos rojos, la hemos fraccionado hasta en tres, para distintos bebés, por ejemplo” explicó.
Asimismo la especialista agregó que si 7 a 10 personas se acercaran a donar cada día, el banco estaría cubierto perfectamente sin necesidad de apelar a la búsqueda por cada caso.
En primera persona
Mónica María José Barboza se acerca al Programa Provincial de Hemoterapia, cada tres meses para donar voluntariamente sangre. Las circunstancias de la vida la pusieron en el lugar de quien necesitó sangre alguna vez, y eso la motiva a continuar la cadena solidaria.
“Lo hago simplemente para ayudar porque creo que donar sangre es ayudar a salvar vidas, estando en vida” expresó Mónica. “Siempre lo hago con mucha alegría” agregó.
“He tenido que recibir sangre y entonces en forma de agradecimiento por aquellas personas que donaron cuando yo lo necesité, hoy me sumo desde mi lugar” relató.
Mónica explicó que “lo principal es que hay que donar sangre pensando en la cantidad de vidas que uno puede salvar” y agregó que además “hay que considerar que uno nunca sabe cuándo la puede necesitar” En ese sentido, confesó que “lo primero que se me ocurre son mis hijos. Si alguna vez necesitaran sangre, me moriría si no consiguiera quien pueda donar”.
Respecto del valor de donar voluntariamente, Mónica indicó que “lo más importante es ir voluntariamente a donar porque de esa forma estás creando un banco para la gente que lo está necesitando en cualquier momento. No tiene que haber una necesidad urgente para donar sangre, sino que uno tiene que donar pensando en ayudar a alguien que muchas veces seguramente ni conocerá”, sostuvo.
Finalmente, Mónica dejó un mensaje de concientización para todos aquellos que aún no han tomado la decisión de acercarse a donar. “Todos los que tienen la posibilidad deberían acercarse a donar. No duele nada, se pierden apenas 15 minutos y con cada donación se salvan tres vidas”.
Cómo donar
Todo aquel que quiera donar sangre debe acercarse al Programa Provincial de Hemoterapia, ubicado en el Hospital San Martín por calle Pascual Palma o a Hemoterapia del Hospital San Roque.
Los requisitos son tres: “Llevar DNI, realizar un ayuno de grasas, es decir, se pueden ingerir infusiones con azúcar o jugos de frutas, y tener ganas de sentirse bien ayudando a otros” definió Etcheverry.
Además, se les da un refrigerio y una constancia para el trabajo.