El natural de Banfield, provincia de Buenos Aires, Gustavo Comba, se adjudicó nuevamente el Maratón de Reyes, en su trigesimosegunda edición. Secundado en la oportunidad por el uruguayo Santiago Casco de Piriápolis y por el juvenil concordiense Federico Bruno.

Fue un carrerón en todo sentido. Desde el comienzo los tres mencionados, más el keniata Ismael Langat, salieron con diferentes estrategias, pero sin sacarse ventajas.

En calle Mitre a la altura de la peatonal, pasaron parejos y con un ritmo escalofriante, ya que los primeros kilómetros los corrieron por debajo de los tres minutos.

Esto sin duda le pasó factura a varios en el momento de la definición. Comba destacó que eso formó parte de su estrategia y Federico Bruno remarcó que lo sintió sobre el final.
La verdad que el juvenil concordiense que posee récords argentinos y sudamericanos en los 3.000 metros, se las bancó muy bien. Porque quiérase o no, Comba hizo un trabajo en equipo si se quiere y el de Concordia luchó solo en cada tramo de la carrera y recién se entregó en el final. Los cambios de ritmo en determinados momentos de la carrera sirvieron para desgastar a los rivales y Comba puso toda su experiencia de manifiesto para llegar al tramo de la Avenida Costanera, con sus rivales sentidos en el cansancio y fue así que en el sprint final, en los últimos metros de carrera logró despegarse del uruguayo Casco y del concordiense Federico Bruno para llegar a la meta por debajo de los 30 minutos, algo que indudablemente marca que el ritmo de carrera fue muy fuerte.

En las mujeres Rosa Godoy se quedó con el triunfo. La experimentada corredora, una de las mejores fondistas de la actualidad en la Argentina, fue secundada por la concordiense Nancy Gallo, de excelente performance.

Nancy le manifestó a EL HERALDO cuando culminó la carrera, que intentó seguirla a Rosa en el comienzo, pero después sintió que iba a ser imposible y la dejó ir porque conoce que Rosa Godoy es muy fuerte en este tipo de distancias. Trató de recuperar terreno en calle Lamadrid y eso le sirvió para alcanzar la segunda posición, un puesto muy meritorio que deja a Concordia en lo más alto del podio.

LA ORGANIZACION

Es para destacar en todo sentido la organización. Fue muy profesional y se trabajó en todos los aspectos, más allá de algún detalle. Los corredores terminaron la competencia y en pocos minutos ya tenían en sus teléfonos celulares un mensaje con la posición y el tiempo obtenido.
Asimismo y para destacar otro hecho que llamó la atención es que en cada puesto de agua, al paso de los atletas el asfalto quedaba tapizado de botellitas, pero terminaban de pasar los corredores y aparecía gente con bolsas de residuos y en pocos minutos se encargaban de dejar todo en orden.
El público acompañó y el recorrido estuvo demarcado por cintas que nunca fueron rotas o sobrepasadas y ese comportamiento de la gente hace que la carrera continúe siendo de las más grandes del país y es lo que todos los corredores foráneos remarcan. El apoyo del público masivamente en cada centímetro de carrera es lo que hace grande el maratón.

También el espacioso lugar de llegada les permitió a todos oxigenarse rápidamente tras pasar la línea de llegada y allí fueron hidratados y quienes precisaron de atención tuvieron camiones sanitarios.
Esta carrera crece año a año.
Por ahí alguno comentó y con razón, que para terminar de ser del todo un maratón y dado la importancia de los premios que se entregan en efectivo, faltaría solamente el control antidoping.
No es descabellado pensar que para el próximo año los organizadores ya piensen en esto, por lo menos para los tres o cinco primeros de la general en varones y mujeres.

Juan Carlos Valdez